En el mito, Platón relata la existencia de unos hombres que desde su nacimiento se encuentran
atados de piernas y cuello, en el interior de una oscura caverna.
Prisioneros no sólo de las sombras oscuras propias de los habitáculos
subterráneos, si no también de su campo de visión, de manera que tienen que
mirar siempre adelante debido a las ataduras sin poder nunca girar la cabeza.
La luz que ilumina el antro emana de un fuego encendido detrás de ellos, elevado y distante.
Nos dice que imaginemos entre el fuego y los
prisioneros un camino elevado a lo largo del cual se ha construido un
muro, por este camino pasan unos
hombres que llevan todo tipo de objetos o figuras que los
sobrepasan, unos con forma humana y otroas con forma de animal; estos caminantes
que transportan objetos, a veces hablan y a veces callan. Los cautivos, con las
cabezas inmóviles, no han visto nada más que las sombras proyectadas por el fuego al fondo de la caverna -como
una pantalla de cine en la cual transitan sombras chinas- y llegan a creer,
faltos de una educación diferente, que aquello que ven no son sombras, sino
objetos reales, la misma realidad.
Se concentra lo más
profundo de todo su pensamiento. El
mito, haciendo uso de imágenes dotadas de una gran fuerza descriptiva, muestra
pluralidad de aspectos de su pensamiento: la visión de la naturaleza humana, la
teoría de las ideas, el doloroso proceso mediante el cual los humanos llegamos
al conocimiento.
Ivan Minjarez is an architect; here he explains to us how we relate with housing/habitats. He tells us the story of Prisciliano, a homeless person who lived in a cavern in the most appreciated area of the city (representing Chihuahua) and makes a relationship to Plato's Allegory of the Cave. (in Spanish)
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